“Pensé que era solo una caries”, dijo Rosa Méndez, de 38 años, madre de dos y vendedora ambulante en el Mercado Modelo. Lo que parecía un dolor de muela terminó siendo una infección que alcanzó su torrente sanguíneo, enviándola de emergencia al hospital más cercano. Su historia no es única. Es el espejo de muchos que aún creen que la boca está desconectada del resto del cuerpo.
¿Por qué hablar de salud bucal es hablar de salud general?
Desde hace años, médicos y odontólogos han advertido sobre una relación que antes se ignoraba: una boca enferma puede ser la puerta de entrada a enfermedades más graves. No es una metáfora. Estudios del Instituto Nacional de Salud lo han confirmado: la periodontitis, una infección grave en las encías, se ha asociado a problemas cardíacos, diabetes mal controlada y partos prematuros.
“Cada vez que un paciente llega con encías inflamadas, pienso más allá de la boca”, comenta la doctora Amanda Ruiz, odontóloga con 15 años de experiencia en atención comunitaria. “A veces lo que me están mostrando es que el cuerpo completo está gritando por ayuda”.
Enfermedades comunes que conectan la boca con el cuerpo
Enfermedad cardiovascular
La inflamación crónica en las encías puede liberar bacterias que llegan al corazón, provocando endocarditis o agravando una condición cardíaca existente.
Diabetes
Una persona con diabetes es más propensa a tener infecciones bucales, y a su vez, una boca enferma puede hacer que los niveles de azúcar en sangre sean más difíciles de controlar. Es un círculo vicioso.
Complicaciones en el embarazo
Mujeres embarazadas con enfermedades periodontales tienen mayor riesgo de parto prematuro y bebés con bajo peso al nacer. “A veces creemos que ir al dentista es una vanidad, pero en el embarazo puede salvar dos vidas”, afirma la obstetra Carmen Liriano.
Alzheimer y deterioro cognitivo
Investigaciones recientes sugieren que bacterias bucales pueden estar relacionadas con la progresión del Alzheimer. Aunque no hay conclusiones definitivas, el vínculo está bajo lupa.

La salud bucal en comunidades vulnerables
En barrios como Cristo Rey o Los Guaricanos, las clínicas dentales son un lujo. No por falta de interés, sino por falta de acceso. “Muchos solo vienen cuando ya no pueden más del dolor”, cuenta Héctor, auxiliar dental en una unidad móvil que recorre sectores marginados. “Y a veces llegan tarde”.
Lo que empieza como una inflamación leve termina con extracciones, infecciones graves o incluso hospitalización. No hay chequeos preventivos. Solo urgencias.
¿Qué se puede hacer? Pequeños hábitos que marcan la diferencia
- Cepillarse dos veces al día con pasta fluorada.
- Usar hilo dental aunque parezca innecesario.
- Visitar al dentista al menos una vez al año, aunque no duela nada.
- Estar atento a sangrados, mal aliento persistente o encías retraídas.
- Reducir el azúcar y dejar el cigarrillo, que debilita dientes y encías.
Cuando el cuerpo habla a través de la boca
“Tuve un paciente con sangrado constante en las encías”, recuerda la doctora Ruiz. “Insistí en hacerle un chequeo general. Resultó que tenía leucemia”. La boca, a veces, es el primer lugar donde se manifiestan enfermedades sistémicas.
Y como Rosa, la vendedora del Mercado, que creyó que era solo una muela, hoy entiende que escuchar su cuerpo a tiempo pudo haber evitado días de dolor, antibióticos y el susto de su vida. “Desde entonces no me dejo. Si siento algo raro, me reviso”.
Cuidar tu boca no es solo cuestión de estética. Es una inversión en tu salud completa.
