COLABORACIÓN
Por Otto De La Torre
Joe Biden fue inicialmente considerado como un presidente de transición, pero su rol se extendió más allá de esta expectativa. En un momento clave, participó en un debate público con Donald Trump antes de que ambos fueran candidatos oficiales de sus respectivos partidos, una decisión que algunos interpretaron como una oportunidad para fortalecer la figura de Kamala Harris como una posible opción de futuro.
En un reciente discurso tras los resultados electorales desfavorables para el Partido Demócrata, Biden ofreció palabras de conciliación que, para algunos, no reflejaron completamente los desafíos y críticas enfrentadas por su partido durante la campaña. “Al decir ya solo puedes amar a tu país solo cuando ganas, no puedes amar a tu vecino solo cuando está de acuerdo contigo”. Esta declaración aunque muy linda es totalmente es opuesto a lo que se hizo y se continua haciendo contra Trump.
El uso del sistema judicial en el contexto político ha sido un tema controversial. La apertura de casos contra el expresidente Donald Trump ha generado tanto apoyo como críticas. Algunos lo ven como un paso necesario, mientras que otros consideran que refleja una motivación política. Por ejemplo hoy, la fiscal general de Nueva York anunció la continuación de un caso contra Trump, lo que ha generado reacciones encontradas y ha intensificado el debate sobre el uso de la justicia en temas políticos, escogiendo batallas que desprestigian al sistema judicial y al poder popular
La selección de compañero de fórmula de Kamala Harris también ha sido objeto de discusión. Algunos consideran que elegir al gobernador Tim Walz, en lugar del gobernador de Pensilvania Josh Shapiro, fue una oportunidad perdida.
Shapiro, con su experiencia ejecutiva, moderación y enfoque en la justicia, podría haber aportado ventajas estratégicas, especialmente en contextos como la situación en Oriente Medio, además de fortalecer el apoyo en Pensilvania, un estado clave.
Durante la contienda política, algunos mensajes dirigidos hacia Trump y sus seguidores fueron percibidos como “polarizantes”. Alegaciones de que una posible victoria de Trump representaría una amenaza a la democracia y derechos fundamentales han contribuido a divisiones.
En ciertos casos, este tipo de retórica ha sido señalada como un factor que ha causado varios incidentes violentos que amenazó la vida del candidato y ocasionó una persona muerta y varios heridos de sus seguidores.
Las decisiones económicas tomadas durante la post pandemia, como los cheques de estímulo, así como la gestión de la crisis migratoria, han tenido un impacto diverso.
La situación migratoria ha generado desafíos humanitarios y presiones sobre varias agencias federales, incluida la FEMA, que ha enfrentado dificultades para responder a desastres naturales recientes. A nivel internacional, conflictos como los de Oriente Medio y Ucrania han contribuido a la inflación, afectando a distintos sectores de la población.
La elección de Kamala Harris como candidata a la presidencia ha sido interpretada de distintas formas. Algunos consideran que refleja un compromiso con la diversidad, mientras que otros creen que la competencia y la experiencia deberían ser prioritarias. La figura de Trump sigue siendo un elemento polarizante, influenciando la percepción pública y el discurso político.
En luz de todo lo ocurre tras de la derrota este 5 de noviembre, el comportamiento del partido y sus seguidores no refleja que los dirigentes del partido van a cesar la cacería de brujas contra Trump, seguirán olvidándose de los principios mas elementales de la moral y elegancia política, incitando a la violencia contra sus oponentes
En los últimos años, algunos perciben al Partido Demócrata como desconectado de ciertas necesidades cotidianas de la población estadounidense. Se plantea la necesidad de una renovación que recupere valores tradicionales y aborde de manera más efectiva los desafíos actuales, inspirándose en líderes históricos como Franklin D. Roosevelt y John F. Kennedy.