Joel Ureña cuenta que les han llegado mensajes diciendo “que cuando nosotros salgamos, nos van a entrar a palos, que no nos pueden ver en la calle”, y que por esa razón han decidido refugiarse en su casa y no salir hasta que sea aclarada la situación.
“Tan pronto Ismael falleció, teníamos miedo de contar nuestra versión de los hechos, no queríamos que lo sucedido con mi hermano saliera a la luz, por temor a las amenazas“, asegura el joven de 21 años que reside junto a su familia en el distrito municipal San Luis, en la provincia Santo Domingo.
“Le avisamos a esas personas que nos están amenazando, le decimos que a nosotros no nos puede pasar nada, que lo que queremos es justicia“, señala Ureña, al tiempo que declara que como familia han tomado la decisión de, por vía legal, llevar el caso hasta las últimas consecuencias.
Incluso el padre, Inoel Ureña, ha tenido que tomar medidas de seguridad especiales.